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Un interesante artículo del diario El Mundo

Lactancia Materna: un regalo para toda la vida.

La Lactancia Materna es un regalo que hemos olvidado, lo tenemos tan cerca, tan facil y a veces las cosas fáciles nosotros mismos las complicamos.
El ''Bum'' de la leche ''maternizada'' y todo el gran mercado de intereses que lo envuelven, han supuestamente ayudado a las madres modernas, y estas cegadas por lo "In" y con la falta de información y apoyo, no se dieron cuenta que la mejor alimentación para sus bebés era su propia leche.
Hoy en día las madres mas informadas son las que han regresado a lo más simple y puro, y han descubierto que hay muchos mitos y realidades en torno a la lactancia.
Relato mas abajo parte de mi historia de lactancia, que aunque corta, me ha inspirado para apoyar a otras madres que desean amamantar a sus bebés.
Hoy en día pertenezco a la Liga de La Leche Venezuela, parte de la Leche League International, donde hacemos un trabajo voluntario apoyando la lactancia materna.
Estaré continuamente anexando a este Blog, información muy interesante sobre el tema.

Mi historia:
EL DESTETE ES UN PROCESO DE MADURACIÓN TANTO PARA EL BEBÉ COMO PARA LA MADRE.

Mi historia es hoy en día muy común, mi esposo y yo fuimos jóvenes que decidieron terminar una carrera universitaria antes de ni siquiera pensar en casarnos o tener hijos. Una vez que logramos nuestros títulos, el ingeniero y yo arquitecto, y cierta madurez profesional, decidimos casarnos y como era de esperarse queríamos tener hijos de inmediato. Esto no fue nada fácil, el camino fue lento y tortuoso y al fín después de muchas lágrimas y decepciones lo logramos, ¡Estábamos embarazados!
El historial de lactancia en mi familia era casi nulo, mis mas cercanas experiencias fueron mi hermana que logró solo darle pecho a mi sobrino con mucho dolor y angustia por solo dos o tres meses, junto con lágrimas y sangre viví de muy cerca esta historia, y mi mejor amiga que pudo amamantar a sus dos hijos de manera exclusiva por seis meses y hasta los nueve, lo cual me parecía en ese entonces un logro sobrehumano y me hacia dudar de mis posibilidades, ya que esta amiga físicamente es mucho mas voluminosa que yo, lo que me hacia pensar que era esa la razón de su logro…en cambio yo siendo igual que mi hermana, me veía en su mismo espejo!
Entonces decidí que debía buscar ayuda, yo quería para mi hija lo mejor del mundo, había sido tan larga la espera que mis sueños llegaban mas allá del cosmos…la leche materna era uno de esos mas preciados regalos de la vida. Encontré ayuda cuando estaba embarazada de una pediatra especialista en lactancia, la información la recibimos mi esposo, mi mamá, mi hermana y yo, y fue el detonante para que mi esposo también se enrumbara hacia la meta de poder lactar a nuestro bebé.
¡Llegó Sofía Isabel un 28 de enero de 2005 a nuestras vidas, a llenarlas de solo amor! Y aquellas imágenes en mis sueños de mi bebé tomando el pecho lleno de paz y tranquilidad se vinieron abajo…ella lloraba tan solo de verse cerca de mi pecho…¿qué pasaba?, ¿es que mi leche era distinta?, ¿es que tiene algo mi bebé?, ¿es que acaso no aprendí nada? En ese momento busque más ayuda y encontré a una maravillosa Líder chilena de La Liga de la Leche vía Internet, y ¡empezaron las imágenes bonitas de mis sueños a volver y a convertirse esta vez en una bellísima realidad!
Amamanté a mi hija exclusivamente hasta los seis meses a libre demanda, pese a las recomendaciones de mi pediatra que quería imponerme un horario. Yo pretendía amamantarla hasta que ella quisiera, lo que me imaginaba iba a ser por lo menos dos años más…al año mi hija empezó a preferir un solo pecho, esto me sorprendió pero no me incomodaba ver que uno de mis senos era mas grande que el otro, ella continuaba amamantándose y eso era lo que me importaba. Pero un buen día empezó a no pedir el pecho y era yo que se lo ofrecía recibiendo un gran Sí y una amplia sonrisa, pero cuando se acercaba Sofía al pecho como niña juguetona se reía y decía no con un gesto pícaro en su mirada…Sofía estaba llegando al final del destete…¡PERO YO NO!
Sofía Isabel fue amamantada por año y medio con mucho amor, yo siempre la llevaba cargada, parecía parte de mí todavía pese a las constantes críticas que recibía de que la iba a mal criar de tanto abrazarla y cargarla, es que yo no la quería soltar ni un segundo, la quería mirar de cerca eternamente, su olor me llenaba de tanto amor, sus ojos, su piel…¿cómo no la iba a tener cargada siempre si era mi mejor y mas perfecto proyecto?
¡Ella se destetó al año y medio, yo me destete a sus dos años y tres meses! Comencé a buscar las razones de su temprano destete, no quería aceptarlo, no lograba entenderlo, hasta que me di cuenta que el destete es un proceso de maduración tanto para el bebé como para la madre, con la gran diferencia que la madre puede buscar ayuda e información para lograr entender lo que sucede y el bebé no…

BODAS DE SAUCE

¡Hoy 24 de Julio cumplimos nuestro Noveno Aniversario de Bodas!

Son nueve años juntos, de los cuales llevamos 2 años, 5 meses y 24 dias con nuestra bella hija Sofía Isabel.
Tradicionalmente en cada aniversario de bodas se acostumbra regalar algo correspondiente al elemento que ese año representa y para el noveno es la cerámica y/o el sauce.
El Sauce es un arból que cuando está bajo las inclemencias del clima sus ramas no se quiebran, mas bien se doblan adaptandose a la situación, no se resiste ante los problemas...y una vez que el clima vuelve a la normalidad o mas bién a lo ideal, el se incorpora y embelleze el lugar.

Curiosidades:

-En el Extremo Oriente, el sauce tiene un valor de permanencia, de inmortalidad. Las sepulturas de personajes míticos, cuyas ideas y acciones rompen la barrera del tiempo, está situada a la sombra de sauces. Según una antigua tradición china, existe una lugar de inmortalidad Mu-yang tcheng, la Ciudad de los Sauces; es la ciudad de los justos donde toda acción es sopesada. Para los místicos tibetanos, la inmortalidad tiene un gran valor, por ello plantaron sauces ante el santuario de Lhasa, centro religioso de Tíbet.

-Entre los pueblos amerindios de las grandes praderas, el sauce es también un árbol sagrado, símbolo del renuevo cíclico. Las hojas caen a la tierra, al descomponerse renacen en la siguiente primavera, como los hombres que mueren y renacen en el gran espíritu.